Diálogos intergeneracionales sobre la guerra civil española y el franquismo en la España actual Intergenerational Dialogues on the Spanish Civil War and Francoism in Contemporary Spain
domingo, 19 de julio de 2009
La foto de la guerra civil española
Le puse a este post "La foto de la guerra civil española" sabiendo que los lectores de este blog conocerían perfectamente la foto a la que me refiero. Por supuesto es la de Robert Capa, y ahora se encuentra en una pared del museo MNAC en Montjüic (su hogar habitual es el museo Reina Sofía). A pesar de que su autor sacara cientas de otras fotos -- incluso algunas descubiertas hace poco en la llamada "maleta mexicana," esta es la que más tiempo lo ha sobrevivido, y la que más atención ha ganado en términos de estudios críticos. La gran pregunta, a veces, es si Capa pudo haber sacado la foto a tal distancia. Otras veces, la pregunta gira en torno a la identidad del miliciano, o en la localización física de la foto -- si está o no en Cerro Muriano, cerca de Córdoba. Como he dicho aquí en otro momento, si es "verdad" o no la foto no importa, y es una lástima que algunos sigan empeñados en volver a debatir el asunto.
No estaría escribiendo otra vez de Capa si no fuera por un mail de mi madre, quien me acaba de enviar un artículo sobre su famosa foto, la del miliciano justo después que alguien lo ha matado. O, mejor dicho, en el momento exacto de la muerte. Porque el hombre aún no está muerto del todo en la foto, y ¿no es este el morbo que nos atrae la mirada? El artículo apareció en la página de Yahoo, difundido, según parece, de El Periódico, un diario que he leído muchas veces. El reportaje, "Robert Capa, caso abierto," informa sobre una nueva exposición de las fotos de Capa en Barcelona y presenta lo último en las investigaciones sobre la foto. El reportaje cita a David Balsells, director de Fotografía en el museo MNAC donde se exhíben las fotos, quien explica su opinión sobre la naturaleza de la foto: "En el año 2000 estaba convencido de que la foto era verdad: ahora ya no sé qué decir, casi preferiría pensar que me es igual."
A mí me es igual que Capa montara la foto o no. Tampoco creo que tenga sentido cuestionar el lugar en que fue sacada, o la identidad del fotógrafo (el artículo plantea la posibilidad de que la amante de Capa, Gerda Taro, sacara la foto). Existe cantidad de otras fotos de Capa para contribuir al estudio de su obra, y lo que es más significativo para la autora de este blog, para el estudio de la guerra. La obsesión por la obra de Capa, sin embargo, para mí va más allá de esta foto: tan conocido es Capa, tan ligado su nombre con lo visual y la GCE, que lo que pasa es que terminamos olvidándonos de todos los otros fotógrafos que también documentaban la contienda. Pongo como ejemplo la obra de Gerda Taro, que por ser la amante de Capa, ha recibido escasa atención aunque su obra puede que sea igual de valiosa. Era genial ver que hubiera en España una exposición de las fotos de Kati Horna, por ejemplo. Capa ha alcanzado el estatus de icono, y con razón. Pero la atención que sigue recibiendo su obra - exposiciones, fotos sin revelar descubiertas en una maleta, y hasta novelas (ver Esperando a Robert Capa, de Susana Fortes) -- eclipsa a fotógrafos "menores" como Taro y Horna.
No dudo de la importancia de la obra de Robert Capa, y la exposición en el MNAC me suena como un momento esencial para acercarnos a sus fotos. Los estudios diversos sobre la foto del miliciano son realmente reflexiones sobre la naturaleza de la verdad. Su relevancia ya no es sólo lo que se puede apreciar en la imagen sino también la insistencia en revelarla como algo diferente de lo parecía ser al principio. Si supiéramos a ciencia cierta que la foto no fue montada, ¿cambiaría nuestra relación con ella o con otras fotos de Capa? A estas alturas, creo que no.
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