La foto es pequeña, pero aún así se puede apreciar el vacío de la antigua cúpula de la cárcel de Carabanchel (era la única foto que pude encontrar del derrumbe de la cúpula, la que antes era el centro de vigilancia de los presos). Es evidente que, a pesar de las manifestaciones solicitando "que no se construyan pisos y que se dedique todo el solar a la construcción de equipamientos sociales, que se construya un hospital público con capacidad para atender a los vecinos y que se reserve un espacio para la creación de un centro de la paz y la memoria," siguen en pie los planes del Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid para construir, entre otras cosas, 650 nuevas viviendas. El plan de abajo (de junio 2008) enseña la propuesta para el sitio antes ocupado por la cárcel:
Hoy en Madrid ha tenido lugar otra manifestación de parte de la Asociación de los vecinos de Aluche. La semana pasada los coordinadores del sitio web "Plataforma por un centro para la paz y la memoria. . ." mandaron información sobre la manifestación, y hasta proveyeron un mapa para que los manifestantes pudieran localizar el sitio de la cárcel desde su propio punto de partida. Sin embargo, era la noticia del 6 de noviembre que más me llamó la atención. Cito del sitio de "Plataforma....":
EN RECUERDO DE LAS VÍCTIMAS DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA
Domingo 9 de noviembre, a las 12h,
en la puerta principal de la cárcel de Carabanchel
(metro Aluche y Eugenia de Montijo)
Participa con tu propio recuerdo.
Última ocasión para ver los restos de la antigua cárcel.Finalmente la piqueta especulativa de Rubalcaba, Gallardón y Aguirre, ha reducido a escombros la antigua prisión de Carabanchel.
Con ello han tratado de enterrar de nuevo, en una gran fosa común, la memoria de las víctimas de la represión del sanguinario régimen franquista.
Pero parte de la dignidad democrática de sus gobiernos ha quedado enterrada también entre esos escombros.
La lucha por un espacio por la paz y la memoria continúa.
Creo que lo que más me interesa de este anuncio es la manera en que la antigua cárcel de Carabanchel ha venido a ocupar el espacio de su destrucción como si fuera también un esqueleto más entre los escombros. El sitio apela a imágenes actuales en las noticias diarias como las fosas comunes, e incluso habla de los "restos" de la cárcel. Pensándolo bien, es casi como si la cárcel misma hubiera llegado a ser rehén o preso de un juzgado externo. Es difícil no percibir un enfrentamiento entre dos grupos principales, uno convencional, y uno marginado. La cárcel abandonada había invitado dentro a okupas, graffiteros, y fotógrafos de recuerdos pintados sobre recuerdos. El día del anuncio de la demolición, los diarios informaron que unos 80 rumanos habían sido desalojados. También -- y a mi parecer este grupo es el más importante -- hay que considerar a los ex-presos políticos que vivieron y sufrieron en la cárcel, algunos de los que se presentaron en las manifestaciones o participaron en entrevistas sobre la vida carcelaria.
Todos estos grupos son grupos marginados, y hasta se podría decir que representan un microcosmo de la España actual, una España que está intentando manejar la memoria de la guerra, el asunto de la inmigración, y de hecho, todo lo que puedan simbolizar estos grupos "alternativos." Está claro que los del "Plataforma," aunque no citen a estos grupos subculturales en particular, ven como opositores a su misión el comité político de Rubacalba, Gallardón y Aguirre.
Para hoy se planeaba una conmemoración colectiva, que, como dice el anuncio de la manifestación, pide que los participantes compartan su "propio recuerdo." Aquí, parece decir el llamamiento público, no se entierra ni se olvida nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario