sábado, 19 de diciembre de 2009

La historia oral: dos perspectivas

Desde la fundación de la ARMH, y las primeras exhumaciones de fosas comunes de esta década, ha habido muchos ejemplos señalando la gran importancia de la historia oral en ayudar a localizar los restos de desaparecidos por toda España. Gente que, una vez consultada por expertos o familiares, o simplemente por su propia voluntad -- porque querían -- pudo vencer el miedo y el silencio de años para aportar información valiosa sobre la existencia de fosas en sus pueblos. La memoria no es exacta -- y sabemos de los efectos del trauma en el proceso de construir y re-construir recuerdos -- pero no es decir que los testimonios orales no cuenten. De hecho, uno de los aspectos clave de las exhumaciones de la ARMH es la toma de testimonios a la vez que se procede con la labor científica. Esto me parece esencial, siempre que haya testigos directos (cuando no, entonces los descendientes pueden contar lo que saben también).

En el caso de la "fosa de Lorca" que ahora se ha convertido en la "no fosa," uno de los elementos que se está debatiendo es el testimonio de "Manolillo el comunista," el informante de Ian Gibson, quien dijo ser el enterrador de Lorca y le señaló el lugar donde supuestamente lo había enterrado con sus propias manos. En los dos artículos que siguen, vemos en el primero el empeño de Gibson que la fosa aún podría estar en el parque, y en el segundo, vemos otra perspectiva, la de un arqueólogo y una historiadora. Comparemos estas dos citas:

Ian Gibson: "El mejor georradar es la memoria de la gente..."

Maribel Brenes: "Basarnos sólo en historia oral y casualmente con el mismo informante es un error de base."

Gibson no está nada feliz con la falta de contacto que los investigadores han tenido con él -- y en el artículo de Manuel Rivas, publicado en el post anterior de este blog, el escritor también lamenta que los investigadores de la fosa de Lorca nunca hayan consultado a los expertos de la ARMH. A diferencia de esta postura, la entrevista en el diario El País (se encuentra después del artículo de la Cadena SER) parece aconsejar que no se confíe demasiado en la historia oral (como parece hacer Gibson, por lo menos en la cita de arriba). Desde mi perspectiva, los entrevistados aquí no están haciendo más que fomentar la falsa dicotomía entre la historia y la memoria. La investigación científica sólo puede aportar datos hasta cierto punto -- también la memoria. Por eso, se necesitan. Lo que el "caso Lorca" nos está enseñando en este mismo momento es la capacidad de re-escribirse la memoria y la historia. El "lugar de memoria" indicado por el monolito "Lorca eran todos," ya no será lo mismo -- ya tiene otra memoria este espacio que la que decían que tenía antes. Hay otra historia que desconocemos -- tal vez nunca se revele. Como bien dice una lectora de este blog, Lorca sobrevive en las palabras que nos quedan, y en "el dolor / de aceptar tanta injusticia." Espero que la noticia sobre la búsqueda fallida de la fosa de Lorca ayude a llamar la atención a otros casos parecidos, y mucho menos conocidos.
Ian Gibson exige continuar el trabajo para hallar los restos de Lorca en el parque de Alfacar

El historiador y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica insisten en que los restos del poeta están en esa zona

CARLOS CALA (CADENA SER) 19-12-2009

El historiador, Ian Gibson, y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica quieren que continúen los trabajos de búsqueda de la fosa de Alfacar, donde creen que fue enterrado el poeta Federico García Lorca. Insisten en que los restos del autor están en esa zona de la localidad granadina.

Ian Gibson, principal biógrafo de Lorca, asegura que los trabajos se han desarrollado en sitios equivocados. "Yo jamás dije que Lorca estaba debajo de donde han puesto el monolito, fue un sitio más o menos elegido para poner el monolito, pero yo nunca dije que marcaba la fosa", ha señalado Gibson.

El historiador e hispanista ha insistido en que hay que buscar junto al olivo en el que fue asesinado el poeta. Gibson se ha quejado de que la Junta de Andalucía no haya tenido en cuenta su opinión. "Ellos no han estado en contacto conmigo ni una sola vez, no me han consultado, no me han informado de nada, ni me han dicho nada, ni me han invitado a nada", ha denunciado.

Gibson ha considerado un error basarse sólo en las informaciones del georradar. Coincide con él Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. "El mejor georradar es la memoria de la gente y es lo que a nosotros nos ha permitido encontrar estas fosas en más de 150 ocasiones", ha indicado Silva, que ha señalado como esencial la aportación de Ian Gibson para hallar los restos de Federico García Lorca.

De: El País

Memoria revisada de García Lorca
"Basarse en la historia oral y en un solo informante es un error"
El arqueólogo y la historiadora del caso admiten fallos de base en el rastreo

J. MARTÍN-ARROYO / V. CORTÉS - Granada - 19/12/2009

El arqueólogo Francisco Carrión (Melilla, 1954) y la historiadora Maribel Brenes (Úbeda, Jaén, 1971) han ido de la mano en las excavaciones como dos polos con energías contrarias pero complementarias. Mientras Brenes aportaba el calor y la emoción de enfrentarse a los restos de un genio y a familiares en busca de sus antepasados con los sentimientos a flor de piel, Carrión anteponía la frialdad y el rigor que exige una excavación para ser precisa. Saben que sus conclusiones científicas acaban de derrumbar varios ensayos sobre la muerte de Lorca. "La investigación de una persona que se guía por el corazón y no la cabeza, nunca funciona. Después de las presiones, están los mitos y la gente que vive de ellos", asevera Carrión sin querer dar nombres.

Pregunta. ¿Qué ha supuesto a nivel profesional y personal este trabajo?

Francisco Carrión. Es un reto como otro cualquiera. A nivel personal, sí es verdad que ha despertado en mí inquietudes que ya estaban desde la excavación en la fosa de Melegís (en la que la ARMH recuperó 19 cadáveres). El trabajo con historiadores contemporáneos es raro para mí, que trabajo sobre miles de años atrás sin prestarme a la especulación. A veces la historia la escriben los literatos y no se ha contrastado con rigor científico.

Maribel Brenes. Para mí ha sido un poquito frustrante porque hay que decirle a los familiares que no están allí, pero como historiadora es un buen reto. No se puede calificar esto como un error, porque ahora hay que replantear la historia desde la base.

F. C. Los mitos siempre tienen una pequeña parte de verdad, pero no es objetiva. La historia objetiva y científica rompe los mitos.

P. Antes de su inicio ya era una intervención controvertida.

M. B. Nos basamos en testimonios orales, sin documentos. Nuestra obligación era confirmarlo. La excavación era precisamente necesaria por eso.

P. ¿Cundió el desánimo en algún momento?

M. B. Él [Carrión] está más preparado y a mí me costaba enfrentarme a las familias, soy más sentimental. Yo sí lo he llevado bastante mal. Tenía la esperanza de dar una buena noticia a los familiares. Era mi único objetivo.

P. ¿Por qué se amplió la excavación más allá de las seis zonas señaladas por el Instituto Andaluz de Geofísica?

F. C. La prospección geofísica cubrió gran parte del terreno, pero quedaban zonas de sombra, pero en ellas también apareció la roca.

P. ¿Qué sentimientos tienen?

F. C. Yo, al contrario que Maribel, soy una persona muy fría en el trabajo. No es que se pierda la ilusión, sino que se transforma y uno es capaz de controlar los sentimientos. Hubiera sido más satisfactorio para mí encontrar una o varias fosas, pero lo más importante es contar objetivamente las cosas. Y entonces no hay que poner pasión, hay que poner ciencia. Y la ciencia nos dice que ahí nunca ha habido nada.

P. ¿Qué conclusiones se pueden avanzar del informe final?

M. B. Tengo que comparar el informe histórico elaborado por Rafael Gil Bracero con el arqueológico para ampliar los parámetros de investigación. Quizá el fallo es la carencia de documentación. Basarnos sólo en historia oral y casualmente con el mismo informante es un error de base.

P. ¿Y ahora qué toca?

F. C. A partir de las peticiones de familiares, trabajar con metodología científica, que es lo que hemos hecho.

M. B. A nosotros como historiadores nos toca ver dónde está el fallo, pero no se va a ir a excavar a otros lados si no hay peticiones de familiares.

P. ¿El barranco de Víznar está totalmente descartado?

M. B. Nunca lo hemos considerado una fosa fácil porque los datos que tenemos nos dicen que los cuerpos pueden estar desmembrados y sería muy difícil su individualización.

F. C. Aunque el barranco no arrastre agua por arriba, sí lo hace por abajo y socava el fondo. Eso significa que muy probablemente los restos estén tan sumamente compactados que sea difícil el rescate, pero sí hay posibilidad de dignificar el sitio.

P. ¿Y qué pasa con El Caracolar?

F. C. A nivel de superficie sí hemos podido ver alguna depresión en el terreno, alguna piedra con alguna cruz que nos hace suponer que puede haber fosas allí, pero ahora la investigación se ha centrado en el parque.

P. ¿En qué lugar creen que pueden estár los restos?

M. B. Habrá que estudiar con más detenimiento la cartografía del informe histórico, pero más bien quizá cerca, pero no ahí [en el parque].

F. C. Nosotros hemos investigado sólo la opinión de algunos "investigadores", lo científico sería contrastar todas las hipótesis. Si en el futuro se decide, iremos.

P. ¿Podrá mantenerse el parque como lugar simbólico?

M. B. No lo sé. El hecho de que no haya nada en el parque no significa que alrededor no lo haya.

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