Alicia, bajo el yugo franquista
Temporada Alta aplaude una tragicomedia de la mujer en la dictadura
GIRONA
Grata sorpresa. El nuevo ejercicio de memoria histórica de Josep Galindo y Pablo Ley acabó con el público del festival Temporada Alta aplaudiendo la frescura de Alícia ja no viu aquí. Esta tragicomedia de la mujer en el franquismo planteaba muchas dudas, a pesar de contar con unos creadores que ya habían demostrado sensibilidad y oficio, pese al pinchazo de La ruta blava, con Homenatge a Catalunya y La maternitat d’Elna.
La presencia en el escenario del figurín, la maleta y otros elementos ya vistos invitaba a pensar en la repetición estética. ¿Más de lo mismo? En algún aspecto de la narración, sí, pero no en la forma, en las estimulantes coreografías utilizadas para ilustrar los pasajes temáticos ni en la banda sonora, muy bien interpretada por las estupendas actrices-cantantes del vibrante elenco.
El recorrido por esos 40 largos años de pérdida de los derechos de la mujer se inicia en 1939. Con la derrota de la República, la Alicia del país de las maravillas libertarias ha dejado de existir. La obra empieza cuando una de esas Alicias sale de la cárcel y se enfrenta al terrible periodo del primer franquismo.
PAPEL ORNAMENTAL / El montaje visto en Girona dibuja con fuerza la sumisión femenina al poder de un hombre moldeado por el nuevo orden, que deja a la mujer un papel ornamental y al servicio de una familia de ideario falangista. La hipocresía del comportamiento sexual –divertidas las pinceladas dedicadas a la prostitución–, la recreación del terror de muchas mujeres durante la noche de bodas, la diferencia de clases –unas juegan con muñecas Mariquita Pérez y otras con la austera Pepona– y la generosidad del rey de la creación inventando electrodomésticos para hacer más llevadero el día a día femenino no son sino elementos al servicio de la opresión.
La muerte de Franco, la llegada del divorcio y el temor de la vuelta atrás con el golpe del 23-F son bien documentados elementos del relato, aderezado con canciones como Perfidia, La chica ye-yé, Soy rebelde, La, la, la, Què volen aquesta gent y otras. El montaje maneja los tópicos con habilidad y agilidad, y entretiene de principio a fin.
- Más información en Avui ("La dona de 1932 a 1981 a 'Alícia ja no viu aquí'")
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