"Durante la guerra civil fue brutalmente asediado y en poco tiempo reducido a un escenario esperpéntico e inhabitable. Lo incomprensible de la guerra, lo que mancha el alma humana, fue en Belchite mostrado con una fría crudeza que avergonzaría al mundo entero.Curiosamente, la sinopsis no habla de actores -- o sea, ¿quiénes asediaron? ¿Quién desposeyó a la gente? -- en la historia de las ruinas de Belchite. Para ver más, dirigirse a la galería fotográfica aquí. Las fotos en blanco y negro parecen hablar más que las que se sacan en color.
Mucha gente fue desposeída brutalmente de su hálito vital, quedando impregnado entre las ruinas un dolor audible que aún hoy puede llegar a sentirse. Visitar Belchite hoy día es adentrarse en un teatro mudo rebosante de secretos escondidos. Eso sí, desde aquí emitimos una súplica: quién se acerque a este lugar, por favor, que lo haga desde el más humilde de los respetos, en una actitud de recogimiento casi espiritual. No mancillemos más nuestra propia historia, que ya está repleta de actos vandálicos.
Belchite, como los campos de concentración nazis, debería ser una visita obligada para todo el mundo. Es memoria viva de algo que no puede volver a suceder. Recordémoslo."
Belchite, olvidado en el silencio / Fotografías de Juan Carlos Pascual y Roberto Martín from TERRA de NINGÚ on Vimeo.
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