¿Cuál es vuestra causa?
Llegado este momento y a sabiendas de que compañer@s en los que confío y aprecio no estarán de acuerdo conmigo sigo convencida que los caminos entre el señor Garzón y los crímenes del fascismo español deben separarse ya, cada vez es más escandaloso que la injusticia judicial a este señor acapare las fuerzas que debían centrarse en la causa debida, esta dispersión del tema lleva al efecto contrario, no es de este señor de quien debemos ocuparnos( y evito a propósito nombrarlo, puesto que su nombre ocupa el 90 y largo % que debían ocupar las condenas y demás violaciones de DDHH).
Estimad@s compañer@s, sé que no vais a cejar en vuestro empeño pero si debíais cada uno en vuestra intimidad valorar realmente si creéis que es la misma causa. La mía no es la causa de este señor, quizás los que nunca habéis sufrido las coces de las instituciones fascistas de este país, hablo desde la famosa transición que es lo que me ha tocado vivir a mi, os escandalicéis con lo que ocurre, pero es que resulta que otros, llevamos muchos años como dije antes, recibiendo coces de la falsa democracia y su falso estado de derecho, pasé mi juventud escuchando como vosotros aquello del estado de derecho y el espíritu de la transición, la democracia consolidada y la concordia, verdaderos mensajes subliminales que de tanto decirlos, hicieron aquel efecto de una mentira dicha 10 veces termina siendo verdad, pero aquí también es la excepción que confirma la regla por que cuanto más avanza el tiempo más la podredumbre huele que apesta.
No creo en el concepto de que a través de la injusticia a este señor se llegue a algo, todo depende a donde quiera llegar cada uno...pedir la anulación del procedimiento a este señor me parece , solo voy a decir increíble, me gustaría preguntaros uno a uno de tantos miles, ¿no os duelen esas condenas sin anular? y ¿vuestras fuerzas por que se centran en este señor...?
Cuando hace meses por solidaridad desde una entidad se propuso le dieran a un señor de un país lejano la medalla de una alta institución estatal que no recuerdo cual, por ser voluntario en las exhumaciones, me quedé de piedra, no por que este otro señor de un país muy lejano no se lo mereciera, si no por que la gente que dio su vida por la Libertad de este país, que lucharon contra un movimiento fascista no tienen ningún reconocimiento legal más que la posibilidad de un miserable papelito, yo he sido voluntaria, tragué tanta cal que me quemaba la traquea pero no me merezco absolutamente nada sabiendo la injusta consideración que tienen las víctimas.Comentario personal:
Víctimas, crímenes franquistas, impunidad creo que hasta Verdad, Justicia y Reparación en estos momentos van perdiendo su propio significado y máxime cuando se le da prioridad al que menos padece y sufre...si estimad@s compañer@s ni una millonésima parte de sufrimiento comparable...he decidido que me solidarizo con este señor en proporción con lo que él se solidariza conmigo
Un abrazo a tod@s y por favor en vuestra intimidad sopesar cual es vuestra causa.. quizás ya no es la misma
MJBarreiroLG
Familiar de fusilados sepultados.
http://agenciabarreiroforever.blogspot.com/2010/05/cual-es-vuestra-causa.html
Ante todo, quisiera decir que admiro y respeto la diplomacia de la autora al reconocer que no tod@s van a estar de acuerdo con su perspectiva, que defiende la separación del caso contra el juez Garzón (o el apoyo a él) y "los crímenes del fascismo español." Aquí, dividiré mi respuesta en tres partes:
- Puntos de acuerdo con la autora
- Articulación de mi propia postura frente al caso Garzón
- Respuesta a la pregunta de la autora, "¿Cuál es vuestra causa?"
Creo que es totalmente lógico y normal -- tal vez especialmente para familiares de víctimas -- cuestionar si el caso Garzón ha "secuestrado" o está secuestrando la causa verdadera, que ha de ser siempre (y en primer lugar) la búsqueda de la "verdad, justicia, y la reparación" por las víctimas del franquismo, y no la defensa del juez. Incluso ha habido veces en que me he preguntado si la publicidad en torno al juez ha sido una estrategia por parte de la derecha de dirigir la atención fuera de la cuestión de las fosas y otros asuntos importantes en la recuperación de la memoria histórica.
Sigo todas estas noticias desde lejos, y además, desde una perspectiva extranjera, así que os pido perdón si me equivoco, pero por la carta de Mª Josè y algunos posts en otros blogs como Rebelión, tengo la sensación a veces que la gente que más se harta del juez es la que más ha estado trabajando desde el principio contra la impunidad del franquismo. Al fin y al cabo, ¿no estuvieron ellos mucho antes que el juez Garzón, antes de la Ley de Memoria? Recordemos, por supuesto, que el juez Garzón estuvo investigando crímenes contra la humanidad en otros países mucho antes que presentó el auto en octubre de 2008. Y ese auto lo compuso con la ayuda prestada por cientos de personas -- historiadores, antropólogosos y forenses, sí, y también, gente común y corriente que transmitió historias orales de fosas comunes o de familiares desaparecidos. O sea, no todo empezó con Garzón, sino con la valentía y labor constantes de las familias y las asociaciones. Además, vienen luchando dichas asociaciones desde hace mucho contra una ley inepta, archivos escondidos o perdidos, y gobiernos locales y estatales que no siempre se han ofrecido a ayudar con la búsqueda y exhumación de fosas, la anulación de juicios o la conmemoración o la retirada de la simbología franquista. Sí, se puede entender por qué molesta que de repente, todo es Garzón este, Garzón el otro.
Una crítica relacionada con lo del juez parece ser que hay los que sólo asisten a manifestaciones cuando trata de él. Sólo hay que mirar el comentario de Mª Josè el 24 de abril en que la autora expresa su frustración por la falta de participación y solidaridad con la causa memorialista en otras fechas que la concentración organizada a favor del juez. En este comentario, leemos que la atención mediática centrada en las concentraciones del 24 de abril ignora por completo los esfuerzos continuos de individuos y colectivos para arrojar luz a la causa verdadera.
En este blog siempre he apoyado abiertamente al juez Garzón, empezando con el post del 16 de octubre de 2008. Como he dicho antes aquí, me ha interesado desde que cursaba el doctorado, más como "fenómeno" que como individuo. Mi interés en Garzón se vincula con su trabajo en el ámbito de derechos humanos y la justicia universal, especialmente su intento de perseguirle a Pinochet. Sé que a muchos les molesta que el juez parezca necesitar o vivir de la publicidad generada en torno a su persona (en inglés existe una frase algo desafortunada para gente así -- media whore, o puto/a de los medios). Tengo que decir que no tiendo a fiarme mucho o nada de famosos; simplemente no me interesa la cultura de las "celebridades" --- me aburre fatalmente saber qué ropa se ponen, donde comen, en qué mansiones viven, con quienes se acuestan o quien está drogándose otra vez.
En lo que respecta al juez Garzón, he intentado no hacer caso a la celebridad del juez y enfocarme en 2 elementos solamente: el auto que entregó con más de 114.000 nombres de desaparecidos y en el que utilizó el término "crímenes contra la humanidad," y el hecho de que fuera suspendido por investigar los crímenes del franquismo. Para mí, estos dos puntos son suficientes para seguir apoyándole, y no voy a retirar la foto o el enlace que hay en este blog, ni voy a dejar de postear noticias relacionadas con él.
Sigo creyendo que el juez, por bien o por mal, ha venido a simbolizar la causa memorialista. Por un lado, representa a la primera figura pública (y judicial) que se ha atrevido a proponer públicamente que ciertos crímenes no prescriben, y que la Ley de Amnistía de 1977 no se puede aplicar "a este tipo de delitos y en particular, a los que aquí se investigan" (esto lo encontramos en la página 7 del auto). Podrá gustarnos o no, pero para muchos, el auto puede haber representado la primera vez que pudieron conectar un número con los desaparecidos en España; además, el cuestionamiento público de la Ley de Amnistía y el proceso de la Transición sin duda ha conducido a otros debates más profundos sobre estos temas.
En su artículo "Why Memory's Work on Journalism Does Not Reflect Journalism's Work on Memory," la profesora e investigadora Barbie Zelizer (University of Pennsylavania, EE.UU.) explica que aún no se ha estudiado bastante el impacto del periodismo en el tema de la memoria. Sostiene que hay varias maneras en que el periodismo (aunque no lo quieran admitir los periodistas) moldea la labor de la memoria. El caso Garzón es uno de los casos en que la atención mediática puede ayudarnos a conocer mejor el pasado. Para entender la primera querella contra el juez, había que hablar de la ultra derecha. Para hablar de Luciano Varela, había que hablar de su rechazo a la Ley de Memoria. La ultra derecha, representada por Manos Limpias o FE de las JONS, se tiene que entender mirando atrás -- por lo menos, en el segundo caso, al falangismo, y a la conexión que existía, aunque después, infelizmente, entre la dictadura franquista y el fascismo español. No había manera que la prensa explicara el auto del juez sin hablar de fosas comunes, niños robados, fusilados o desaparecidos. Es decir, la atención excesivamente centrada en el juez también ayudó a iluminar lo que para muchos, seguía siendo un pasado oculto. Estoy totalmente de acuerdo que, después de un rato, la cantidad diaria de editoriales, reportajes y secciones especiales sobre el "acoso al juez" ha terminado saturándonos a todos. Es verdad que de repente, parecen haber surgido de la nada miles de voces de las que nunca se habían oído antes. ¿Por qué no decían nada antes? ¿Por qué sólo ahora, con la "causa" pro Garzón?
Mª Josè, en su carta, ha querido re-dirigir nuestra atención a la causa. Ha querido conseguir que reflexionáramos en nuestra propia postura frente al caso Garzón, al que ella se niega nombrar. Su pregunta, "¿Cuál es vuestra causa,?" no la he sentido dirigida a mí, necesariamente, sino a tod@s nosotr@s que hemos pasado tal vez más tiempo de lo necesario enfocándonos en la figura de B.G. en vez de otros asuntos más importantes. La pregunta no creo que sea sólo retórica. Pero la respuesta a la pregunta de Mª Josè no tiene que ser "Baltasar Garzón" o "la verdad y la justicia para las víctimas del franquismo." Yo no creo que haya que tomar una decisión entre apoyar al juez Garzón y a los familiares de víctimas. No puede ser tan blanco y negro el asunto. Personalmente, me siento muy segura de "mi" causa, que creo que comparto con Mª Josè y los demás blogueros memorialistas.
Parte de lo que he tenido claro desde el principio es que BALTASAR GARZÓN NO ES VÍCTIMA, o por lo menos, que no hay ningún paralelo entre la injusticia que él ha sufrido (y sí creo que ha sido injusto y ridículo todo lo que ha tenido que soportar por parte del TS) y la que ha sufrido una familia cuyo abuelo, padre, hermano, o hijo ha desparecido y cuyos restos siguen sin encontrar. Tenemos que tener mucho cuidado de no convertirle al juez en una "víctima."
Dicho eso, no creo que sea necesario renunciar nuestro apoyo al juez, sólo medir la atención dirigida a él y regular un poco nuestra dosis de noticias diarias sobre él. Siempre que haya una causa (puede ser política, de justicia social, de derechos humanos, etc.), llega un momento en que surgen dudas de quiénes son "legítimos" o no en ese "movimiento." Es más fácil hallar defectos cuando una persona -- especialmente si esa persona ya había suscitado polémica en otros contextos -- llega a ser el centro de la atención o parece dirigirla hacia sí misma, ignorando a otra gente que ha venido antes. También es fácil criticar a la gente "nueva," gente que no ha estado presente desde el principio (pongo como ejemplo la última campaña presidencial en Estados Unidos, y toda la gente que cambió de candidato al final en apoyo a Obama). Es fácil sospechar y sentirnos cada vez más cínicos -- ¿nos están diciendo la verdad? ¿Realmente están con nosotros, que hemos luchado desde el principio y sin faltar? Existe el deseo de proteger la causa, o de alguna manera, mantener en un estado "puro" esa causa -- es decir, protegerla de gente embustera o fraudulenta (robo de fondos, adopción de identidades falsas), o de gente egocéntrica que busca hacerse nombre liderando campañas, organizando peticiones o firmas, etc. Es normal ese interés por "proteger" la causa de la que tanto nos sentimos parte, y se encuentra en todos lados.
Pensemos un momento en una figura como Bono, el cantante irlandés de U2; Bono siempre ha sido muy visible en su lucha contra el hambre. O, volvamos la vista atrás a la princesa Diana, quien llegó a ser una especie de portavoz para la eliminación de minas terrestres y municiones sin detonar. A los dos se les ha criticado, temiendo que su estatus célebre fuera a interferir en o abrumar el motivo principal de la lucha. En los dos contextos, mucho antes que llegaran Bono y Lady Di, había activistas totalmente dedicados a las dos causas, que en su mayor parte, trabajaban en silencio y sin reconocimiento alguno, porque querían, porque sentían desde dentro una llamada a actuar y no permanecer pasivos. Pero seguramente, para otros (aficionados antes de cantantes y princesas), ver lo que hacían Bono o Princess Di terminó animándoles a involucrarse. No digo que el juez Garzón sea Bono, pero puede que la atención puesta en él haya terminado inspirando a otros a meterse en la causa para la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas del franquismo. Sí, sin duda, siempre va a haber gente que sólo participa cuando está de moda, que sólo se solidariza con una causa cuando le conviene. ¡Pero no podemos rechazar hasta ese apoyo limitado! Además, la gente vacilante no puede alterar la labor constante de tanta gente unida en la misma causa.
"¿Cuál es vuestra causa?" es una buena pregunta para la gente que sólo va a una manifestación al año, o para los que sólo hablan del juez Garzón, olvidando el origen de la querella presentada contra él o el contenido de su auto (hay los que han gastado mucha tinta en hablar del juez sin dedicar más de dos oraciones a la investigación que abrió sobre los crímenes del franquismo). Pero también es una buena pregunta para hacernos de vez en cuando, cuando perdamos de vista el motivo de nuestra participación (en cualquier cosa, no sólo el movimiento memorialista) o cuando se nos baja el ánimo. Que yo sepa, Mª Josè es una de las pocas personas para haber formulado tal pregunta en su blog, y por los comentarios recibidos, se ve que era una pregunta necesaria. Como es evidente por la extensión de esta entrada, también me ha dado mucho en qué pensar, y estoy agradecida a ella por haber compartido su perspectiva y estimulado tanto diálogo sobre este tema.
En febrero de 2008, fui a un congreso sobre la guerra civil en Gales. En la exposición de carteles sobre la guerra, había uno muy famoso (abajo). La pregunta "¿Qué haces tú para evitar esto?" tuvo en su momento un motivo propagandístico, pero es una pregunta que siempre se ha quedado conmigo, porque se aplica a tantas cosas hoy -- la guerra, la pobreza y el hambre, la destrucción del medio ambiente, la violencia doméstica, etc. La pregunta, como la de Mª Josè, pide que nos miremos al espejo como parte de nuestro compromiso. Es con esa mirada que seguimos adelante. ¡¡Porque hay tanto que hacer!!
2 comentarios:
He leído atentamente el post.
¿Cuál es nuestra causa?
Nuestra causa es la búsqueda de justicia.
Garzón representa de alguna manera la voz de los que no tienen voz y se hace eco de los que por miedo callaron durante años.
Detrás de Garzón están nuestros muertos.
Creo que este episodio sirvió para romper el silencio , para denunciar sin tapujos los crímenes franquistas y para demostrar que el fascismo está más arraigado que nunca.
He observado la actitud de muchos civiles de derecha ( en Argentina): Estaban esperando ansiosamente que el juez fuese alejado de su cargo .No le perdonan que haya pedido justicia universal por crímenes de lesa humanidad.
Quieren imponer el " olvido" , la desmemoria porque coinciden con la metodología franquista.
Claro que el tema medular está enfocado en las víctimas republicanas pero su compromiso con la indagación fue una manera de recuperar la memoria y una esperanza después de tantos silencios prolongados.
Carmela,
Gracias, como siempre, por leer el blog y por tus comentarios; algunos son como sus propias entradas. Aquí has ido mucho más al grano que yo.
Es obvio que Garzón es alguien que no le deja indiferente a nadie. Estoy de acuerdo contigo que "sirvió para romper el silencio, para denunciar sin tapujos los crímenes franquistas." Y cuando lo suspendieron, sentí que (y lo dije en otro post) era como si también suspendieran de la vista pública a todas las personas que representó su auto de 2008. Me indigna lo que le ha pasado porque que le juzguen por haber intentado investigar el pasado franquista es ya otra injusticia que tienen que aguantar los familiares de las víctimas, después de tantos años de silencio.
Garzón sí importa porque su suspensión y el juicio resultante pueden terminar afectando todo, incluso cómo se lee la historia (que es lo que quiere conseguir la derecha) -- menos, tal vez, las ganas del pueblo de seguir adelante para la causa de "la búsqueda de justicia."
La Ley de Amnistía es una ley preconstitucional y disfuncional, y no debe haber figurado en el cargo de "prevaricación." No se debe poder ocultarse tras una ley así, como han hecho personas como Luciano Varela, cuando todas las grandes organizaciones de DD.HH. reconocen que crímenes contra la humanidad como los señalados por Garzón, no prescriben.
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