viernes, 15 de enero de 2010

Críticas de eurodiputados alemanes e italianos por la simbología franquista de la Eurocámara

En España, hemos visto cómo diversos colectivos memorialistas han citado ejemplos de otros países posdictatoriales, como la Argentina o Chile, para ilustrar cómo éstos han manejado la memoria de las dictaduras respectivas en contraste con el caso de España. No, por supuesto que no son lo mismo, empezando con la duración de los regímenes; sin embargo, sí se pueden establecer muchos paralelos, empezando con las desapariciones, que en España se hicieron clandestinamente, mientras que en la Argentina, eran los Ford Falcons que secuestraban públicamente a la gente. Quizá no sea así, pero cada vez que leo en la prensa española sobre algún ex policía argentino extraditado, por ejemplo, o de la apertura del museo de la memoria en Chile, me es imposible no detectar las conexiones implícitas que se hacen con España (que nunca pudo castigar a los culpables del franquismo, ni tiene todavía un museo nacional de la memoria). Pasó lo mismo el otro día cuando el abogado de Garzón dijo -- y estoy parafraseando -- que en Alemania no se podría imaginar un caso como la querella contra Garzón por parte de Falange.

Para mí, parte del problema con el "reconocimiento" de las secuelas de la dictadura franquista - secuelas aún muy visibles, como las fosas, o como la simbología franquista -- viene de la idea, todavía dominante hasta en círculos "académicos," que la dictadura franquista no era tan cruel como otros regímenes. Pero sí ha tenido un efecto todo el trabajo que se ha hecho dentro y fuera de España estos últimos años para informar al público de los crímenes franquistas. Por ejemplo, en Estados Unidos también puedo leer de la "memoria histórica," el caso de Lorca, o el de Garzón, cuando antes no se veía nada o muy poco en los medios sobre estos temas.

A veces, cuando las leyes no se cumplen, o cuando se cumplen mal, las críticas internacionales pueden provocar un cambio en los procedimientos típicos. Un caso extremo es el país de Uganda, que está promoviendo la aprobación de una ley -- la que se ha vinculado con grupos evangélicos y ultra conservadores en Estados Unidos - que podría recomendar la pena de muerte para homosexuales. Las críticas de esta ley han arrojado luz sobre los derechos gay y derechos humanos en Uganda, ganando la atención de políticos de izquierda y derecha en EE.UU. y muchos otros países, y en la ONU, que hoy ha avisado que se retire el proyecto de ley. Nada tiene que ver España con Uganda. Sin embargo, pongo el ejemplo para apuntar que a veces, tiene que ser por medio de otro país que se resuelve un asunto interior.

Hoy hemos visto un ejemplo de representantes de otros países que han pedido la retirada de la simbología franquista de la Eurocámara. Según informa La Vanguardia en el artículo de abajo, un eurodiputado alemán y otro italiano han reclamado que sigan habiendo en Bruselas símbolos franquistas. Se ha citado el ejemplo alemán, que prohíbe estrictamente el uso de símbolos esvásticos. Del artículo de abajo copio esta cita importante: "De los tres estados europeos que fueron víctimas del fascismo, sólo el español no prohíbe el uso de símbolos fascistas a la ley fundamental." Lo que pasó en España durante la dictadura no es un asunto doméstico, es un asunto global porque involucra la violación de derechos humanos. Si Alemania e Italia pueden prohibir símbolos fascistas, ¿por qué no en España?
Eurodiputados alemanes e italianos reclaman que se retire la simbología franquista de la Eurocámara

Cuando Federico Trillo presidía la cámara, se envió un original de la Constitución de 1978 con el águila, el yugo y las flechas

15/01/2010 | Actualizada a las 11:10h | Política

Bruselas (ACN).- Eurodiputados alemanes e italianos reclaman que se retire la simbología franquista que hay en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. 'Es una catástrofe que en la Eurocámara haya un símbolo franquista. En Alemania sería totalmente imposible que una esvástica estuviera visible en un edificio así', dice la eurodiputada alemana Cornelia Ernst, que lamenta que en la Eurocámara se exhiba una Constitución española con el águila franquista.

Eso tampoco sería posible en Italia, como explica el europarlamentario socialista Rosario Crocetta. De los tres estados europeos que fueron víctimas del fascismo, sólo el español no prohíbe el uso de símbolos fascistas a la ley fundamental.

En Alemania 'está prohibido por ley mostrar símbolos nazis en lugares públicos y decir 'Heil Hitler' no está permitido. Tendría que ser así en todos los países de Europa y, por descontado, también aquí en el Parlamento Europeo', reclama Ernst, europaramentària del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea- Izquierda Verde Nórdica y miembro de la comisión europarlamentaria de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos Internos, en declaraciones el ACN.

En la misma línea, el eurodiputado del Grupo de los Verdes- Alianza Libre Europea Jan Philipp Albrecht considera que 'es muy importante tener una ley penal de este tipo porque no queremos vivir el nazismo otra vez'. Y es que, para Albrecht, mostrar en público este tipo de símbolos 'insulta los sentimientos de la gente que vivir durante el periodo del régimen nazi'.

Asimismo, añade Crocetta, 'un artículo concreto de la Constitución italiana prohíbe la reconstitución del partido fascista y todos los símbolos que hacen referencia al fascismo, de manera que es imposible reproducirlos, y por eso se ha sacado de todos los edificios públicos tanto el haz romano, el elemento que distinguía el fascismo, como los lemas de 'Viva il Duce y todas las inscripciones de exaltación de la guerra o contra los judíos'.

Después de la desaparición del régimen totalitario, Italia vivió un periodo de 'desfeixisització' de las instituciones y la sociedad, explica Crocetta en una entrevista en el ACN.

'El de las instituciones fue muy rápido, mientras que el de la sociedad, que tiene que ver con la ideología y las estructuras mentales de cada uno, fue más complejo y todavía hoy hay impulsos peligrosos con elementos propios del fascismo,' puntualiza el eurodiputado haciendo referencia a los comportamiento de algunos partidos italianos de ultraderecha, como la Liga Norte.

'En cambio, este proceso en España fue más lento y eso permitió que se metabolizara mejor, de manera que España hoy no es fascista y por eso hay que eliminar este símbolo del régimen anterior, que no la representa', reclama.

'Los símbolos no son secundarios sino importantes, y más porque la Constitución donde hay este viejo símbolo fascista es totalmente contraria a lo que representa el símbolo', sentencia.

Quejas formales

Fuentes parlamentarias han argumentado la presencia de los símbolos franquistas en el edificio de la Eurocámara alegando que, cuando se pidió en los estados miembros un 'objeto representativo de su vida política, parlamentaria o ciudadana', el Congreso de los diputados decidió enviar una copia original de la Constitución, y en todos los originales está el mismo escudo, el franquista, que es el que era vigente en la época.

El Senado belga, por ejemplo, regaló a los eurodiputados una silla de su hemiciclo, el italiano uno máquina estenogràfica y el francés un busto de Victor Hugo y el manuscrito de su proyecto de ley de amnistía de 1876, con sus anotaciones personales.

'Parto de la idea de que retirarán este símbolo y si no lo hacen nos quejaremos al presidente de la Eurocámara, Jerzey Buzek, y lo haremos público a los medios de comunicación', amenaza la europarlamentaria Ernst.

De hecho, ya este jueves el eurodiputado de ERC, Oriol Junqueras, ha presentado una queja formal en el Parlamento Europeo por la exposición de los símbolos fascistas, mientras que CiU y ICV han anunciado que pedirán explicaciones y el PSC se ha comprometido a reclamar al gobierno español que retire la simbología preconstitucional y envíe a Bruselas un nuevo ejemplar de la Constitución.
Para más información, ver "Un águila franquista en la Eurocámara"

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