miércoles, 18 de febrero de 2009

Entrevistador entrevistado: Rafael Guerrero de "Programa la Memoria"

Mis colegas y los lectores frecuentes de este blog saben cuánto me gusta escuchar Programa La Memoria, el primer y único programa radiofónico dedicado exclusivamente al tema de la memoria histórica. Suelo escucharlo los sábados por la mañana en internet, mientras me tomo el café y me pongo al tanto con los blogs. Hace un par de semanas tuve la fortuna de poder hablar por teléfono con el director del programa, Rafael Guerrero, quien ha sido tan amable de contestarme algunas preguntas que le envié por email en un cuestionario (en amarillo en la entrevista a continuación).* Gracias, Rafael, por tus respuestas tan detalladas y ponderadas. Y gracias a todo el equipo de Programa La Memoria.

Programa la Memoria ha recibido numerosos premios prestigiosos. En la foto de abajo vemos al Presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, con el director del programa, Rafael Guerrero, después de haber sido galardonado el Premio Andalucía de Periodismo en diciembre 2008. En el audioclip que sigue se puede escuchar al Presidente Chaves y su discurso elocuente sobre la labor del programa.

foto gracias a www.programalamemoria.blogspot.com




Entrevista con Rafael Guerrero
De: Kathy Korcheck

Programa la Memoria empezó a emitirse a fines de noviembre 2006. ¿Cómo decidió crear un programa así? ¿Ud. trabajaba antes en la radio?

La idea del programa LA MEMORIA se gestó a comienzos de 2006, año declarado por las Cortes Españolas como de la Memoria Histórica, para satisfacer la creciente demanda social acerca de la temática relacionada con la memoria histórica, considerando como tal el periodo de la Guerra Civil y el franquismo, especialmente en su primera etapa de la postguerra. Y en octubre comenzó el proyecto su andadura con media hora cada viernes en Radio Andalucía, la emisora dedicada a la información del grupo público Radio Televisión de Andalucía (RTVA). Al año siguiente, y dada la creciente aceptación entre la audiencia, aumentó su horario a una hora y se emitió también en el primer canal de la radio pública andaluza Canal Sur Radio.

¿Cuál ha sido uno de los retos con que se ha enfrentado al decidir hablar de la guerra civil y el franquismo en la radio? ¿Uno de los beneficios?

El reto principal fue emprender un proyecto mediático sin que hubiera ningún tipo de precedente sistemáticamente dedicado en cualquier medio de comunicación al tema de la memoria histórica. Como diría Machado, tuvimos que “hacer camino al andar”. Pero la ilusión inquebrantable, el compromiso con los olvidados y con el proceso de recuperación de la memoria histórica y el ánimo de la audiencia nos sirvió para encarar el futuro y ya llevamos tres temporadas y casi un centenar de programas emitidos.

Programa la Memoria fue galardonado con el Premio Andalucía de Periodismo en la modalidad de la radio. ¿Nos puede hablar un poco sobre lo que significó este premio para Ud., para el programa y sus participantes, y para el público al que sirve?

Es el reconocimiento más importante que hemos recibido en forma de galardón, ya que es el más importante de los que cada año se conceden en la comunidad autónoma de Andalucía. Fue para todo el equipo del programa un honor y una gran satisfacción recibir de manos del presidente del Gobierno andaluz este reconocimiento, así como escuchar sus palabras de elogio que pueden escuchar en el audio adjunto. Además, fue un espaldarazo a la incansable y meritoria labor que realizan todas las organizaciones y familiares que trabajan en pos de la recuperación de la memoria histórica.

Pero además no es el único premio que hemos recibido. Hace un año la Asociación de la Prensa de Granada nos distinguió con el premio al mejor trabajo periodístico del año 2007 y hace una semana el Consejo Asesor de Radio Televisión Española en Andalucía nos ha otorgado el primer premio en la modalidad de radio por la serie de programas dedicados a los “Andaluces en los campos nazis”

Programa la Memoria fue el primer – y que yo sepa, sigue siendo el único -- programa radiofónico para tratar este tema. ¿Tiene alguna idea del origen geográfico de sus oyentes? ¿Cree que la mayoría escucha desde Andalucía, o procede también de otras regiones nacionales e internacionales?

En efecto, sigue siendo el único programa dedicado a la memoria histórica española en la radio de habla hispana. A través de statcounter.com podemos comprobar el origen de las visitas que se realizan a nuestro blog programalamemoria.blogspot.com y nos informa de que nos aproximamos ya a las 20.000 visitas desde que el blog se puso en marcha en mayo de 2007. Las consultas son crecientes y en un 70 por ciento proceden de España. En cuanto al extranjero, Europa y América se llevan la palma, por el efecto de la descendencia del exilio tras la Guerra Civil. Y me llama la atención el creciente interés de visitantes procedentes de los Estados Unidos. Como dato acumulado, puedo decir que hemos recibido visitas de un centenar de países de los cinco continentes del mundo.

Una de las características que más me gusta de Programa la Memoria es poder escuchar en línea y recibir actualizaciones electrónicas del programa. La estación también nos da la posibilidad de guardar en mp3 el archivo (muy conveniente para los de nosotros que nos encontramos en otros países). ¿Existía la opción de escuchar en internet desde el principio? ¿Nos puede comentar un poco cómo ve la conexión entre el tema de la memoria histórica en España y los medios electrónicos (como los blogs, por ejemplo)?

LA MEMORIA es el programa de la radio pública andaluza más descargado a través de internet. No deja de ser paradójico al tiempo que ilusionante que un programa que mira al pasado “sin ira” se apoye en las nuevas tecnologías para ampliar su difusión y su influencia por el mundo. Y que lo consiga. Las nuevas tecnologías constituyen una herramienta imprescindible para globalizar el mundo de la comunicación y en un tema como el de la memoria histórica, permiten interconectar a gente interesada de muchos países con la apasionante realidad española que se vive en torno a la recuperación de la memoria histórica, un tema que sigue despertando mucha polémica entre la sociedad.

La descripción del programa en la web dice que “aborda con estilo sereno, respetuoso y ponderado una temática histórica polémica y controvertida.” ¿Cómo mantiene un tono tan respetuoso en el programa? ¿Alguna vez ha tenido algún conflicto con los que han llamado al programa (para discutir o disputar un punto con un invitado, por ejemplo)?

Somos conscientes de que afrontamos cada semana un tema polémico sobre el que no hay consenso entre la población española, con sensibilidades a flor de piel pese al largo tiempo transcurrido, pero tenemos claro que no estamos aquí para pontificar, sino para informar, para facilitar que fluyan las informaciones y las opiniones, para ayudar a una mejor comprensión de nuestro pasado en torno a la Guerra Civil y el franquismo. Porque no hay una sola memoria, sino muchas memorias, muchas impresiones, muchos recuerdos. Tantas memorias como testigos de aquellos tiempos difíciles, tantas memorias como herederos de aquellos protagonistas que ya no pueden contarlo. Y ya que hablamos en plural, pretendemos tratar temas controvertidos sin complejos, pero con respeto. Porque somos conscientes de estamos ante una temática histórica polémica.

Por lo demás, nos hemos encontrado algunos problemas cuando hemos querido abordar el tema de la memoria histórica de la Iglesia. Como ejemplo, valga decir que una vez que quisimos entrevistar a monjas de clausura ancianas para que nos contaran su visión y sus recuerdos sobre la República y la Guerra Civil, desde el Arzobispado de Granada se les prohibió hablar para el programa. Pero también nos hemos encontrado con serias dificultades de interlocución con el Ministerio de Defensa, que no ha respondido a nuestros reiterados requerimientos en relación con la permanencia en Sevilla de un cuartel dedicado a Queipo de Llano y con las dificultades que investigadores y particulares tienen para consultar los archivos militares de la Guerra Civil.

Hablando del diálogo, ¿cree que sea posible entre el PSOE y el PP una conversación abierta y sincera sobre la guerra civil y el franquismo? Si no, ¿qué tiene que ocurrir para que eso suceda?

Como dice Paul Preston, el franquismo promovió durante cuatro décadas un auténtico “lavado de cerebro colectivo” y todavía quedan muchas secuelas. Y eso no solo afecta al PP de lleno, sino también a algunas instancias del PSOE. El problema estriba en lo mucho que duró en España la dictadura y en que Franco murió en la cama. Aquí no hubo una catarsis como sucedió con los totalitarismos de Alemania y de Italia, donde a nadie –o a muy pocos- se les ocurre reivindicar a Hitler o a Mussolini.

Parece evidente que mientras que la derecha no se sacuda la mala conciencia de considerarse heredera del franquismo, será difícil que acepte que romper definitivamente lazos con la dictadura, a la que algunos dirigentes del PP como el eurodiputado Jaime Mayor Oreja considera como “un remanso de paz y tranquilidad social”.

Varios editoriales que yo he leído en la prensa española han citado el caso de Alemania, o las posdictaduras argentinas y chilenas, para criticar que en España nunca haya habido, por ejemplo, una “comisión de la verdad y la reconciliación.” ¿Puede responder estas conexiones que surgen de vez en cuando? Seguramente, aunque haya ciertos elementos en común, en España hay la complicación de una dictadura de 36 años.

Insisto en que el problema de España es el largo tiempo que duró la dictadura. La Ley de la Memoria Histórica ha sido un logro, aunque a muchos descendientes de las víctimas no acabe de convencer su excesiva moderación, su falta de desarrollo reglamentario y, sobretodo, que no incluya la anulación de los juicios franquistas para garantizar una auténtica y no solo retórica reparación de las víctimas, y que se refiera a ellos con la descafeinada calificación de ilegítimos.

Ud. ha tenido en su programa a varios hijos y nietos de padres que fueron exiliados, desaparecidos o fusilados. Personas como el Presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Emilio Silva, el fundador de la ARMH, son descendientes de “abuelos republicanos” fusilados. Representan a una “tercera generación,” y han pasado la mayoría de sus vidas en una España democrática. ¿Nos puede hablar del papel que desempeñan los hijos y nietos en lo que se refiere al tema de la memoria histórica?

Un papel fundamental y decisivo, ya que han promovido e impulsado un proceso social desde la base. Han sido los nietos de las víctimas quienes, hartos de silencios impuestos de puertas adentro y sin el miedo que atenazaba a sus padres y abuelos, han decidido reivindicar la verdad y la honorabilidad de las víctimas. Por tanto, el proceso de recuperación de la memoria histórica en España no se debe a Zapatero. No es un impulso político, sino que surge con este tercer milenio tratándose de alejar del “compromiso histórico” que en la Transición democrática española quiso pasar página y hacer tabla rasa con el pasado. La derecha española argumenta para oponerse que se están abriendo heridas. No es verdad, porque las víctimas de la derecha fueron homenajeadas sobradamente y ahora, en justicia, les toca el turno a las víctimas del franquismo que en número de decenas de miles yacen olvidadas en fosas comunes y cunetas. Ellos sí que tienen las heridas abiertas y todo el derecho del mundo a cerrarlas definitivamente. Se trata, por lo tanto, de la “rebelión de los nietos”. Es una rebelión pacífica y sin rencor ni ánimo de revancha. Es de justicia.

Figuras como Pío Moa han sido criticados por ser “historiadores revisionistas” de la guerra civil. Al mismo tiempo, libros como el de Moa, Los mitos de la guerra civil, han tenido mucho éxito, vendiendo muchos ejemplares. ¿Cómo se explica este fenómeno revisionista y su atracción?

Insisto en el terrible efecto sociológico del lavado de cerebro colectivo, al que hay que añadir la ausencia en los planes de estudio de enseñanzas medias sobre la historia reciente de España. En los libros de texto se sigue hablando de equidistancia entre los golpistas y los demócratas republicanos y de que la Guerra Civil fue un conflicto fratricida. Y todo eso después de que durante 40 años nos hayan machacado con la idea de buenos y malos, del Caudillo por la gracia de dios y de los rojos con rabo y cuernos. Así se explica que algunos pseudohistoriadores que distorsionan y novelan a su antojo la verdad histórica vendan libros como rosquillas y que desde medios de comunicación como la cadena de radio COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal, se sigan lanzando arengas desestabilizadoras contra la democracia. En el programa La Memoria hemos tenido mucho cuidado con dar cancha a estos falseadores de la verdad, porque no contribuyen al esclarecimiento de los hechos ni a la concordia.

¿Cuál es su libro favorito (de ficción o no ficción) sobre la guerra civil o el franquismo? ¿Una película?

Mi libro favorito ya es antiguo: “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Pero ahora, lógicamente con el programa devoro libros sobre historia, tratados sobre la memoria y incluso de ficción, como el que me está deleitando ahora de la escritora catalana Emma Riverola “Cartas desde la ausencia”, una novela que nos recuerda la Guerra Civil vivida en el norte de España a través de una sucesión de cartas verosímiles, que me recomendó un colega periodista de El Periódico de Cataluña, que conoció de la existencia del programa a través de tu fantástico blog “(Re) Generando Memorias”. Lo que es la globalización ¿no crees Kathy? Y en cuanto las películas, hay muchas como “Tierra y libertad” de Ken Loach o “Soldados de Salamina” de Trueba.

¿Cualquier cosa que quisiera agregar para terminar?

Poco más, estimada Kathi, salvo felicitarte por tu elaborado y cuidado blog, y agradecerte que te hayas fijado en este modesto proyecto mediático elaborado desde Andalucía para todo el mundo que es el programa LA MEMORIA.

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