Apareció hoy en El País un breve artículo relacionado con 2 personas mencionadas en este blog recientemente - Federico García Lorca y Baltasar Garzón. Nieves Galindo, la nieta de un republicano fusilado, pedirá a Garzón que investigue "el paradero de su abuelo, Dióscoro Galindo, maestro de la localidad granadina de Pulianas asesinado el 18 de agosto de 1936 junto con dos banderilleros y el célebre poeta." El artículo menciona que ésta no es la primera vez que la nieta de Galindo ha intentado abrir la fosa, pero que hasta el momento se ha encontrado con la resistencia de los descendientes de Lorca.
Aparte de lo que implique esta exhumación para la familia Galindo, la familia Lorca, los especialistas lorquianos, o la ARMH, me parece importante señalar que según parece, es una nieta del fusilado - alguien de la "tercera generación" - la que ha iniciado el proceso de búsqueda e investigación. Por ejemplo, como ya se sabe, el presidente del gobierno es el nieto de un republicano ejecutado. Emilio Silva, el fundador de la ARMH, es el nieto de Emilio Silva Faba, uno de los "13 de Priaranza," exhumados de una fosa común en 2000, año en que se fundó la organización.
Es cierto que la idea de una "generación" (de cualquier tipo) raras veces ha sido productiva por la tendencia de sobre-categorizar o esencializar a la gente que la compone. Sólo hay que pensar en las generaciones literarias (el '98, el '27, etc.) o la mal apodada "Generación X" que marcó la vida de mi generación en los 90. Aún así, ¿no puede ser útil considerar el papel de la tercera generación en la "recuperación de la memoria histórica"? Sin duda, la manera en que los nietos abordan el tema de la GCE y la dictadura será diferente que la forma en que los hijos ven estos temas.
Paloma Aguilar, en su libro sobre la memoria de la guerra civil durante la transición a la democracia, habla de un factor íntimamente conectado con la memoria colectiva - lo que otros han llamado en otros contextos "the generational effect." Se explica tal efecto entendiendo que el mismo evento histórico puede producir efectos diversos según la edad de la población (entre otros factores). Aguilar cita a Schuman y Scott (1989) y su estudio sobre la memoria de la guerra de Vietnam en Estados Unidos. Los autores concluyeron que la memoria de la Segunda Guerra Mundial significó algo muy diferente para los de la generación que la vivió, que para los que vivieron la guerra de Vietnam con la misma edad (3). Por cierto presenciamos algo parecido, como explica Aguilar, en cuanto a la memoria de la GCE.
Muchos otros teóricos, sobre todo en los contextos del Holocausto y del Cono Sur, han estudiado y comentado la necesidad de examinar a la segunda generación y su relación con el pasado traumático. Pero puede ser que en España, a casi 33 años desde la muerte de Franco, resulta más eficaz -- si es que vamos a hablar de generaciones -- evaluar el papel de la tercera generación.
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